*El candidato del PVEM sueña con ser Senador de Tamaulipas, porque el PVEM le vendió esa ilusión, que nos parece misión imposible.
*Eugenio Hernández emprenderá una gira por Matamoros a partir de hoy martes y miércoles
H. Matamoros Tam. (5 de marzo del 2024) Eugenio Hernández Flores, gobernador de Tamaulipas hace 14 años es un soñador.
Y nadie le puede negar a Eugenio su derecho de soñar, de soñar en convertirse en Senador de la República por Tamaulipas, bajo las banderas del Partido Verde Ecologista Mexicano (PVEM).
Eugenio Hernández Flores tiene derecho a tener un sueño fantasioso y lleno de ilusiones, luego de la amarga pesadilla que sufrió, al haber estado 6 años en la cárcel, acusado, dice él, injustamente por el Gobierno de Francisco García Cabeza de Vaca, con prueba falsificadas y testigos fantasmas.
Para Eugenio Hernández Flores, haber estado privado de su libertad en una cárcel, debió haber sido una pesadilla de horror, terrorífica, después de haber probado las mieles del poder como gobernante de Tamaulipas y tener una vida de lujos sin límites.
Después de que se confirmó su registro a Senador por el PVEM, Eugenio Hernández Flores, se ha dedicado a exponer en todos los medios que le abren sus puertas de que su encarcelamiento fue una injusticia, una venganza política del gobernante en turno, Francisco García Cabeza de Vaca.
Que, en un proceso muy largo, pudo demostrar que las acusaciones que le hicieron eran falsas y que por ese motivo recobró su libertad, sin desconocer que los norteamericanos están pidiendo su extradición para que responde por delitos de lavado de dinero.
A cuatro días que Eugenio Hernández inició su campaña como candidato a Senador del PVEM, gran parte de su tiempo lo sigue dedicando a explicar los motivos de su encarcelamiento, reiterando que todo fue una injusticia y la prueba es que está libre, porque los jueces no encontraron pruebas que lo culparan.
Como periodista de El Expreso de Matamoros, recuerdo cuando se dio a conocer la detención de Eugenio Hernández Flores, en ciudad Victoria, cuando se paseaba en una de sus lujosas motos, vestido con chamarra de cuero negra, como un rebelde sin causa, según él injustamente porque no había siquiera una orden de aprehensión.
También rememoro que esa noticia que conmocionó a Tamaulipas, porque durante el Gobierno de Eugenio Hernández, Francisco García Cabeza de Vaca fue Alcalde de Reynosa y al terminar su administración un conocido medio de comunicación de Reynosa hizo un trabajo de investigación de todos los saqueos y actos de corrupción que Francisco hizo en dicha ciudad, con pruebas contundentes.
Esa investigación, con las pruebas, se las entregaron al entonces gobernador, Eugenio Hernández, para que procediera en consecuencia. El Gobernador decidió archivarlas y no emprender ninguna acción legal contra Cabeza de Vaca. Desconozco porque Eugenio tomó esa decisión.
Cuando fue detenido por órdenes del entonces Gobernador, García Cabeza de Vaca, recuerdo que aseguré que Eugenio Hernández debió haberse arrepentido de no haber procedido en su contra con todas las pruebas que tenía.
Ya como candidato a Senador por Tamaulipas, Eugenio Hernández, afirma que no quiere llegar a la Senaduría buscando venganza.
Sin embargo, Eugenio puede enviarle un mensaje a Francisco García Cabeza de Vaca, diciéndole: “El que a hierro mata a hierro muere”, porque ahora él es un prófugo de la justicia y está refugiado en los Estados Unidos, también gritando a los cuatro vientos de que es un perseguido político y que lo están inventando delitos.
El karma alcanza, podría decirle Eugenio.
Eugenio Hernández, afirma que busca llegar al Senador porque tiene mucho amor por Tamaulipas.
Qué bueno que Eugenio Hernández aclara los motivos de su participación, porque en amplios sectores de la sociedad creen que busca un escaño para tener fuero y evitar una posible extradición a los Estados Unidos, donde lo esperan con los brazos abiertos.
Volviendo al derecho que tiene Eugenio de soñar de convertirse en Senador por Tamaulipas, creo que es legítimo, pero el exgobernador no debe perder el piso, porque hacer realidad ese sueño para dejar atrás la pesadilla de horror que padeció, no será una tarea fácil.
Don Eugenio, entiendo que Manuel Muñoz Cano, actualmente dirigente estatal del PVEM, quien fuera su secretario de Desarrollo Social en su Gobierno, sea su amigo, lo tenga en una gran estima, pero tiene que tener cuidado porque le está vendiendo ilusiones y no se vale que juegue con usted, después de la pesadilla que sufrió. Padecer otra no sería justo.
Va el siguiente dato: En la última elección local en Tamaulipas, donde el PVEM, de Manuel Muñoz Cano, jugaron con candidatos propios, porque se sintieron con tamaños para no hacer alianza con Morena, obtuvieron en el Estado una votación de 32 mil 690 votos. En Matamoros 3 mil 592 sufragios.
El PVEM hace dos años no ganó una alcaldía de las 43 que tiene Tamaulipas. No ganó una diputación local de mayoría de los 22 que tiene el Estado.
La votación del PVEM fue tan pobre, don Eugenio, que, en la actual Legislatura del Congreso, no tienen un diputado plurinominal.
Con esos números don Eugenio Hernández Flores, su sueño de convertirse en Senador de Tamaulipas se antoja en misión imposible, aun cuando en la frontera se convino que los candidatos a diputados federales fueran del PVEM, buscando votos para el partido verde, lo que no será fácil porque el ciudadano común y corriente no sabe votar cruzado y en ese escenario Morena lleva la delantera.
Don Eugenio Hernández Flores usted vivió la experiencia de que la gente no sabe votar cruzado. En la elección presidencial del 2006, cuando su amiga, la maestra Elba Esther Gordillo, líder del SNTE le pidió que se moviera y votaran por Felipe Calderón, abanderado del PAN, usted aceptó y se giró la orden a los promotores y estructuras del PRI: Voten por el candidato presidencial del PAN.
Los militantes de la estructura del PRI votaron parejo por el PAN y como seguramente usted recordará Tamaulipas perdió las dos Senadurías de mayoría. Me cuentan los militantes del PAN que cuando se conocieron los resultados, le hablaron a Alejandro Galván, candidato a Senador del partido azul, oriundo de Matamoros, para decirle que había ganado.
Y como Alejandro, que conocía lo bromistas que eran sus amigos, no les creyó. Y cuando se confirmó ni él lo creía.
Por ese motivo, reitero que Eugenio Hernández Flores, tiene derecho a soñar, a ser un soñador, máxime después de la pesadilla terrorífica que padeció.
Sin embargo, creo difícil que Eugenio logre que su sueño se haga realidad, porque en Tamaulipas las huestes de Morena van a votar por Olga Sosa Ruiz, su candidata a Senadora. Ayer en Matamoros, lo confirmó el delegado estatal, Mario Llergo. Sus candidatos van apoyar y promover el voto por Olga, que voten por Morena, no por el Verde.
No dudo que don Manuel Muñoz Cano, vendedor de ilusiones del PVEM, le diga a Eugenio que no se trata de ganarle a Olga abanderada de Morena, sino de arrebatarle al PAN la Senaduría de Partido.
Eso también es venderle ilusiones don Eugenio, porque en Tamaulipas, a diferencia del PRI, el PAN sigue conservando su voto duro, es decir la gente que sale a votar por ese partido, sin importarle quien es el candidato.
El voto duro del PAN en Tamaulipas debe andar en los 350 mil votos.
Sin pretender despertar a don Eugenio de su sueño de convertirse en Senador por Tamaulipas, le hago la siguiente pregunta: ¿Cree que el PVEM que lo postula, lograría una votación de 300 mil votos, si en la última elección logró 32 mil 690 sufragios?
Yo no sea cual sea la respuesta de don Eugenio Hernández Flores, que reitero tiene derecho a soñar, luego de la terrorífica pesadilla que padeció.
Al terminar esta columna, recibimos información confidencial que Eugenio Hernández Flores, el candidato soñador a Senador por Tamaulipas estará de gira por Matamoros, martes y miércoles.