El dirigente de la FRT ofreció todo su apoyo a Alberto Granados, candidato a Presidente Municipal de Morena
¿Desde cuándo el sector obrero cetemista dejó de formar parte del PRI? Es la pregunta que algunos dirigentes obreros y líderes del tricolor hacen a Juan Villafuerte Morales
H. Matamoros, Tam. (25 de abril del 2024) En la época dorada del PRI hasta finales de los 80s, con mucho orgullo los dirigentes nacionales, estatales y municipales, calificaban al sector obrero cetemista “pilar del partido” y no les faltaba razón, porque durante ese tiempo el movimiento obrero era el más diciplinado y siguiendo las indicaciones de sus lideres obreristas salían puntualmente a votar por los candidatos del tricolor y llevarlos al triunfo.
Hasta finales de los 80s. los dirigentes del sector obreros tenían una gran fuerza al momento que el PRI tomaba las decisiones de quienes serían sus candidatos a Presidentes de la República, Senadores, Diputados Federales, Gobernadores, diputados locales y Alcaldes.
En esa época dorada del PRI, Fidel Velázquez, dirigente nacional de la CTM era tomado en cuenta por el Presidente de la República para que apoyara a quien designara como candidato presidencial.
Y para que no quedara duda de la fuerza arrolladora del sector obrero cetemista, pilar del PRI, en varias ocasiones Fidel Velázquez, anunció quien sería su candidato presidencial. Y después se pronunciaban el sector popular y el sector campesino.
En Matamoros el secretario general de la CTM, de la Federación Regional de Trabajadores, Agapito González Cavazos, fue pieza clave para que el PRI lograra muchas victorias y era obligado consultarle y pedirle su apoyo para el candidatos del PRI para Gobernador, Senadores, Alcaldes, Diputados Federales y Diputados Locales.
Era tanta la fuerza de Agapito González Cavazos, como dirigente del sector obrero, que, en contra del entonces Gobernador, Enrique Cárdenas González, impuso como candidato a su amigo el Dr. Antonio Cavazos Garza, quien se alzó con la victoria, pero no con una votación avasalladora, en reflejo de cómo se estaba perdiendo el control de los obreros.
Eso quedó demostrado cuando Jorge Cárdenas González, ganó la Presidencia Municipal de Matamoros por el PARM y por primera vez en la historia el PRI perdía Matamoros, porque el peso del voto obrero se perdió.
En la elección presidencial de 1988, cuando Carlos Salinas de Gortari fue candidato presidencial del PRI, quedó de manifiesto que los dirigentes obreros ya no controlaban a las masas, motivo por el cual Salinas logró una victoria muy dudosa y que muchos creen que le arrebató el triunfo al candidato de oposición, Cuauhtémoc Cárdenas, porque el gobierno era juez y parte en las elecciones. Decía quién gana y quien pierde.
En ese proceso electoral, el Gobierno, que era el que organizaba las elecciones se dio cuenta que Cárdenas estaba aventajando en los cómputos electores, que se habían ofrecido en tiempo real, lo que provocó que el entonces secretario de Gobernación, Manuel Bartlett Díaz, saliera a decir a la prensa que “se cayó el sistema” del cómputo de votos y todo quedó en silencio.
Después Bartlett Díaz anunció la victoria de Carlos Salinas de Gortari, que logró que el Congreso aprobara y calificara como válida su elección, con el apoyo de los diputados del PAN.
Fue en ese proceso electoral que el presidente Carlos Salinas de Gortari, se dio cuenta que el sector obrero ya no era el pilar del PRI para ganar las elecciones, dado que en ese proceso muchos dirigentes cetemistas que también fueron candidatos a Senadores y Diputados Federales perdieron.
Salinas de Gortari reconoció que el triunfo de los candidatos del PRI en el futuro estaba en las clases populares. Y para lograr ese apoyo creo el Programa Nacional de Solidaridad (PRONASOL) un plan de apoyo social enfocado atender las necesidades de las clases populares, especialmente las que residían en las colonias populares, muchas de ellas en terrenos irregulares, lo que motivó también un ambicioso programa de regularización de predios a cargo en ese entonces por CORETT.
Quisimos hacer una breve historia de como el sector obrero, el pilar del PRI, fue perdiendo fuerza en las elecciones y también sus demandas, para abordar lo que está pasando ahora en Matamoros con el sector obreros cetemista.
En Matamoros desde que el PRI perdió la gubernatura, que les arrebató Francisco García Cabeza de Vaca, candidato del PAN, Juan Villafuerte Morales, dirigente del sector obrero decidió marcar distancias del PRI.
Como parte de la distancia que Juan Villafuerte Morales decidió poner con el PRI, sus dirigentes y militantes recuerdan que les dejó muy mal sabor de boca que el líder de la Federación Regional de Trabajadores (FRT) acudirá a un evento en Ciudad Victoria para apoyar al entonces gobernador, Francisco García Cabeza de Vaca, emanado del PAN, ante las amenazas de desaforarlo, lo que muchos interpretaron que se había pintado de azul.
El presidente del PRI en Matamoros en ese entonces era el ahora apasionado morenista, Víctor García Fuentes, que de acuerdo con mis fuentes de alta frecuencia se reunió con Villafuerte para abordar ese tema.
A pesar de eso hechos, los dirigentes del PRI en Matamoros mantuvieron una relación de respeto con Juan Villafuerte Morales, que se mantuvo en su postura de alejarse del partido, con ausencias notorias en los eventos más importantes del partido.
Hoy el sector obrero cetemista, bajo el liderazgo de Juan Villafuerte Morales, ha dado un nuevo bandazo y pintó la Federación Regional de Trabajadores de Morena.
El lunes pasado, Juan Villafuerte Morales, como secretario general de la FRT convocó a todos los dirigentes de los sindicatos para tener un encuentro con Alberto Granados, candidato a Presidente Municipal de Morena al día siguiente. Sin embargo, esa reunión se suspendió por el abanderado morenista tuvo que salir de la ciudad.
Se les volvió a convocar para el miércoles 25 de abril a las 9 de la mañana en el edificio del Sindicato de Jornaleros y Obreros Industriales, convocatoria que no todos los dirigentes cetemistas aceptaron con agrado, porque afirman que no se puede jugar en dos bandos. Uno de los dirigentes me dijo ayer: “Tenemos que definir si seguimos siendo del PRI o si ahora somos de Morena”.
De acuerdo con mis radares de Alta Frecuencia, de un total de 41 Sindicatos que forman la FRT al evento con Alberto Granados solamente asistieron 9. Faltaron 32 dirigentes Sindicales.
Para que el acto no se viera deslucido, Juan Villafuerte Morales, llevó a muchos delegados y miembros del Sindicato de Jornaleros y Obreros Industriales y de la Industria Maquiladora.
Juan Villafuerte Morales, dirigente del sector obreros, recibió con los brazos abiertos a Alberto Granados y con sus manos mostró la señal de la Cuarta Transformación, a quien le expuso lo que representan los obreros en Matamoros y olvidando su pasado priista, el dirigente distinguido del tricolor, sin pudor alguno y vistiendo la camiseta del morenismo, dio todo su apoyo al candidato de Morena, pero pidió a cambio que en su gobierno tome en cuenta a los trabajadores, porque se queja que han sido abandonados.
Que, en respuesta a la convocatoria lanzada por Juan Villafuerte Morales para reunirse con Alberto Granados, solamente hayan asistido 9 dirigentes sindicales de 41, según mis Radares de Alta frecuencia, evidencia que Villafuerte ya no tiene el liderazgo en el sector obrero que tenía en el pasado.
Quienes asistieron a dicho evento, me dicen que Villafuerte Morales si tiene liderazgo. Que la ausencia de muchos dirigentes de otros Sindicatos se debe a que desde hace mucho tiempo renunciaron a la Federación, especialmente que forman parte de los Sindicatos de Trabajadores de la Industria de la Construcción y Similares y Conexos, conocida como SITRACE.
Los líderes de esos Sindicatos, imitando a Juan Villafuerte Morales, decidieron marcar distancia con la FRT y con él, que dejaron de verlo como su dirigente.
Ante los cambios radicales que estamos viendo en la política y la recomposición de fuerzas, creo que lo más saludable y honesto es que Juan Villafuerte Morales, como líder de los sindicatos que siguen formando parte de la FRT, se reúnan todos y decidan una reforma a los estatutos, para dejar en claro que ya no son parte del PRI.
No sé, si Juan Villafuerte Morales se atreva a proponer a los que todavía lo ven como su dirigente, que la FRT se declare organización obrera de Morena y pintar su edificio de guindo y de aquí en adelante todos traer chalecos del mismo color, en vez del rojo que los identificaba como del PRI.
La otra alternativa que podría tomar la FRT es declararse organización obrera apartidista y bajo esa envestidura con absoluta libertad abrirles las puertas a todos los candidatos de los diferentes partidos políticos y que los obreros, con absoluta libertad, voten por quien consideren que es la mejor opción.
Ahora bien, si la decisión de Juan Villafuerte Morales de vestir a la FRT como morenista, es buscar en el futuro posiciones políticas, creo que perderían fuerza de negociación para la defensa de los intereses de la clase obrera a la que representa. Su independencia les daría más fuerza para alcanzar acuerdos donde haya diferendos.
Frente a los hechos, creo que Juan Villafuerte Morales, moralmente está obligado a dar una respuesta a los dirigentes del PRI sobre su decisión de alinearse a Morena y apoyar a su candidato Alberto Granados y aclararles que ya no forma parte de ese partido, del que marcó distancia desde hace mucho tiempo.
Y si Juan Villafuerte Morales actúa con honestidad, debería presentar un escrito donde diga que la FRT ya no forma parte del PRI, porque nos parece deshonesto y desleal decirse priistas y estar abrazando a los candidatos de Morena.
Juan Villafuerte debe entender que en la vida no se puede servir a dos amos, porque con uno siempre quedará mal, al momento de tomar una decisión y el riesgo de que lo tilden de traidor, porque olvidó sus gloriosos momentos alzando las banderas del PRI, las que ya tiró la basura del olvido, para tomar las banderas guindas de Morena.