*La precampaña de Américo Villarreal no prende ni motiva a nadie y con su soberbia en vez de sumar a la militancia prefiere restar

*Líderes de Morena ya están buscando culpables ante una posible derrota, al acusar al INE de estar favoreciendo al PRIAN

H. Matamoros, Tam. Consecuencia de las profundas divisiones que generaron su proceso interno, la ausencia de una operación cicatriz, la falta de oficio del precandidato a gobernador, Américo Villarreal Anaya (AVA) para tender puentes de comunicación y conciliación, producto de su soberbia, alimentada por el canto de las sirenas que lo dan por seguro ganador, entre la dirigencia y la militancia de Morena se hace presente el fantasma de la derrota, porque la precampaña de su abanderado no prende ni motiva a nadie, salvo a sus correligionarios.

Tan no prende la precampaña de Américo Villarreal Anaya, que en las más recientes encuestas que se han difundido, Morena ha sufrido una brusca caída en las preferencias electorales, mientras que el PAN las ha incrementado, porque a diferencia del abanderado morenista, el precandidato del albiazul, César Verástegui, tiene oficio político y con mucha habilidad, sin confrontarse con nadie y tampoco descalificando, ha estado sumando a muchos grupos a su proyecto, donde viene reiterando que caben todos si están interesados en sacar adelante a  Tamaulipas y cerrarle el paso a la regresión.

Mientras que Américo tiene como operación predilecta restar y restar, el Truko, el precandidato gobernador del PAN-PRI-PRI, se inclina por sumar y sumar.

Tan es evidente la presencia del fantasma de la derrota que asusta ya a la militancia de Morena, que los dirigentes ya están buscando culpables de su fracaso, en vez de hacer una profunda reflexión aceptando los yerros de su precandidato Américo Villarreal Anaya, convencerlo de que debe mejorar su equipo de colaboradores, hacer a un lado su soberbia y convencerlo que tiene que tender puentes de comunicación y sentarse a negociar con los grupos inconformes en vez de estarlos ninguneando.

Una prueba de la soberbia y la falta de oficio político de Américo Villarreal Anaya, es el desprecio reiterativo hacia la exalcaldesa de Reynosa, Maki Ortiz, la mujer que denunció y puso al descubierto que su elección fue una imposición de Mario Delgado, presidente nacional de Morena, supuestamente para cumplir con los compromisos que ambos contrajeron con los empresarios Carmona, presuntos delincuentes de cuello blanco, que financiaron sus campañas.

Américo Villarreal Anaya no le dio ninguna importancia al capital político que Maki tiene en Reynosa, como tampoco a su hijo, actualmente Presidente Municipal de Morena, Carlos Peña, al asegurar él no los necesita para ganar en ese municipio fronterizo, porque ellos solamente son dos votos.

En cambio, estando en Reynosa, César Verástegui, un viejo lobo de mar en la política, cuando se le preguntó sobre Maki, reconoció que es una mujer que tiene un gran capital político en esa ciudad. Dijo que no había tenido todavía la oportunidad de dialogar con ella, pero que si se dieran las condiciones le gustaría hacerlo, con lo que dejó de manifiesto que tiene las puertas abiertas en su proyecto, porque se trata de sumar a todos.

El senador suplente de Morena, Alejandro Rojas, reveló la semana pasada que Américo Villarreal Anaya, como precandidato a gobernador, no aprende, no prende ni cuaja, afirmando que por ese motivo las preferencias de Morena se han desplomado en Tamaulipas y ahora el PAN tiene mejores ventajas, las que no tenía antes de la elección del precandidato.

Días después en algunos medios de comunicación se publicó una encuesta donde efectivamente las preferencias de Morena se desplomaron y la enorme ventaja que tenía sobre el PAN ahora es de apenas 7 puntos, a mitad de la precampaña, confirmado lo revelado por Alejandro Rojas

Sin desconocer que Alejandro Rojas no es el mejor referente de Morena en Tamaulipas, creo que lo único que si debe reconocérsele es que públicamente está lanzando la alerta del riesgo de una derrota, mientras que muchos otros militantes y algunos dirigentes solamente lo hacen en comentarios de café entre los amigos y en voz baja, porque también saben que la precampaña de Américo no prende y no motiva.

El fantasma de la derrota aparece entre la dirigencia y militancia de Morena, que como expuse en los primeros párrafos ya están buscando culpables de su posible debacle.

El INE atendiendo a una queja que presentó el PAN ordenó hace unos días dejar de difundir en radio y televisión los spots de su precandidato Américo Villarreal Anaya, porque son violatorios a la Ley y rompen con la equidad de la contienda.

Desgarrándose las vestiduras, Ernesto Palacios, delegado nacional de Morena en Tamaulipas, acusó que el INE, con esa decisión, está favoreciendo al PRIAN.

En vez de estar buscando culpables de una posible derrota, Morena debería de reconocer sus yerros, insisto.

En el proceso electoral del 2016, como se recordará Baltazar Hinojosa Ochoa, fue electo precandidato único de unidad a Gobernador del PRI. En PAN registró a dos precandidatos, Francisco Javier García Cabeza de Vaca y Francisco Elizondo.

En su primera visita que Baltazar hizo a Matamoros recuerdo que le pregunté: ¿Por qué no hay spots de usted en radio y televisión y solamente aparecen los del PAN?

Baltazar me respondió: Como yo fui electo precandidato único de unidad, no puedo salir en spots de radio y televisión. El PAN si puede porque tiene dos precandidatos: Cabeza de Vaca y Francisco Elizondo.

La dirigencia de Morena en vez de corregir su agandalle y violaciones la Ley electoral, ya está acusando al INE de estar favoreciendo al PRIAN en este proceso electoral.

Morena ya está buscando culpables ante el fantasma de la derrota que está presente, porque la precampaña de su precandidato, Américo Villarreal Anaya, no prende ni motiva a nadie.

En vez de buscar culpables, los dirigentes de Morena deberían reconocer, reitero, sus yerros. Reorientar el camino y convencer a su precandidato Américo Villarreal, que tiene que cambiar, que debe emprender puentes de comunicación y conciliación con la militancia.

Hacerle ver al Senador Villarreal Anaya que tiene que hacer acuerdos con los diferentes grupos que hay hacia el interior de Morena, para que todos trabajen a favor de su causa. Que su abanderado haga a un lado su soberbia, porque con el voto del centro, el de Mario Delegado y del Palacio Nacional, no son suficientes para ganar y por ese motivo el fantasma de la derrota se hace presente en Morena.

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