*El alza del 20 por ciento a los salarios mínimos provocará que las empresas de Matamoros tengan que desembolsar 923 millones que tendrán que pagar a unos 45 mil obreros.

H. Matamoros, Tam. (4 de diciembre del 2023) El viernes de la semana que acaba de concluir, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que para el 2024 el aumento a los salarios mínimos será del 20 por ciento, lo que seguramente es una muy buena noticia para los trabajadores formales que tienen un patrón, porque el ajuste es cuatro veces la inflación anualizada, lo que mucho ayudará a recuperar el poder adquisitivo que se ha ido perdiendo por ese fenómeno.

Sin embargo, para la industria maquiladora de Matamoros, a pesar de no regirse por los salarios mínimos en sus relaciones salariales con la clase obrera, la noticia les debió haber caído como balde agua fría, porque el ajuste del 20 por ciento representará un severo golpe a las finanzas de unas 50 empresa, que tienen firmados sus contratos con el Sindicato de Jornaleros y Obreros Industriales y de la Industria Maquiladora, que dirige Juan Villafuerte Morales.

¿Por qué razón el alza en los salarios mínimos afecta las finanzas de las empresas maquiladoras de Matamoros, si los ajustes salariales de la base obrera de hacen en una negociación directa entre el Sindicato y sus empleados?

La respuesta está en el Contrato Colectivo de Trabajo que unas 45 empresas maquiladoras en Matamoros tienen con el SJOIIM, donde hay una cláusula que establece la obligación de las compañías de otorgarle a sus trabajadores en pesos el aumento al salario mínimo, multiplicado por los 365 días, como un bono económico por una sola vez.

El salario mínimo vigente en Matamoros es actualmente de 312.41 pesos y a partir del 2024 pasará a 374.89, lo que representa un alza de 62.48 pesos diario.

Resultado de la prestación económica que ya explicamos en párrafos anteriores, un trabajador de una empresa con ese contrato deberá de recibir en enero próximo un bono económico de 22 mil 805 pesos, eso es totalmente independiente de la revisión anual del tabulador de salarios que el SJOIIM tendrá que negociar con las empresas con las que tienen contratos.

Resultado de lo anterior, una empresa que tenga 100 empleados, tendrá que desembolsar en enero del 2024, 2 millones 280 mil 500 pesos.

Una empresa con 300 trabajadores tendrá que erogar por ese bono económico, 6 millones 841 mil 500 pesos.

Una compañía con 500 trabajadores tendrá que pagar en enero del 2024, 11 millones 402 mil 500 pesos.

Y una empresa con mil trabajadores va a tener que pagar por el bono económico de los salarios mínimos, 22 millones 805 mil pesos.

Si las empresas con las que el SJOIIM tiene firmados esos contratos colectivos con esa prestación económica, tienen conservadoramente 45 mil obreros, las maquiladoras van a tener que desembolsar en enero del 2024, 923 millones 602 mil 500 pesos.

Hay que aclarar que muchas empresas maquiladoras de Matamoros no tienen en sus contratos la prestación de ese bono económico por el alza en los salarios mínimo y a pesar de eso, como se recordará en el pasado reciente muchos obreros de otras compañías reclamaban una prestación similar, provocando serios problemas.

Recordemos que, en el 2019, cuando entro el vigor un alza del 100 por ciento a los salarios mínimos, los obreros reclamaron el pago de un bono de 32 mil pesos, lo que provocó estallamiento masivo de huelgas en muchas compañías y paros ilegales en muchas otras, donde los obreros decidieron tomar las calles, a pesar de que en sus contratos no hay esa prestación económica.

Como se recordará, el conflicto se prolongó por varios meses. Las empresas que tienen contratos con el SJOIIM tuvieron que pagar esa prestación social para que levantaran las huelgas los obreros, negociando en algunos casos pagarse en varias partidas.

Otras empresas sin esa prestación en sus contratos decidieron despedir a los obreros que arbitrariamente pararon las labores de la compañía, procediendo a su liquidación.

El severo golpe que sufrió nuestra ciudad por aquellos conflictos obreros patronales, que puso fin a un largo periodo de paz laboral, nos dejó marcados y desde el 2019 a Matamoros no ha llegado ninguna empresa nueva.

Los empleos nuevos que se han generado, son por ampliaciones que han hecho las empresas que ya están operando en Matamoros.

El alza salarial a los mínimos para el 2024, no solamente representa un severo golpe a las finanzas de un gran número de empresas maquiladoras, sino también constituye un demoledor golpe a la competitividad de Matamoros, que sigue perdiendo atractivo frente a otras plazas donde los empresarios no tienen que pagar un bono económico por el alza en los salarios mínimo.

La prueba más palpable es la ciudad de Reynosa, donde siguen llegando empresas maquiladoras, porque en esa ciudad las empresas no tienen que pagar la prestación económica multimencionada.

Líderes empresariales han manifestado que mientras en Matamoros no se cambie esa cláusula en los contratos colectivos de muchas empresas maquiladoras, los inversionistas van a buscar otras plazas.

Esa cláusula en los contratos no puede quitarse por capricho de Juan Villafuerte Morales, dirigente del SJOIIM. Tendría que ser un acuerdo de los trabajadores de cada empresa, tomando en cuenta que, en el corto, mediano y largo plazo la clase obrera será las más afectada, porque los nuevos jóvenes que anualmente se ingresan al mercado laboral no tendrán oportunidades de un empleo formal, lo que ha motivado que muchos busquen irse a Reynosa o bien otras ciudades. Y también emigrar hacia los Estados Unidos.

Y si Matamoros sigue perdiendo competitividad para atraer inversiones industriales, vamos a tener otros daños colaterales. Si la derrama económica por el pago de salarios que pagan las maquiladoras no aumenta, se verán perjudicados los comercios y los prestadores de servicios, lo que obligará a muchos hacer despidos de personal y otros cerrar sus puertas, sino pueden sostenerse.

Otra consecuencia de que Matamoros siga perdiendo competitividad, es que seguirá creciendo la economía informal, donde los trabajadores no ganan ni el salario mínimo y tampoco gozan de un régimen de seguridad social, como tener servicios médicos del Seguro Social o bien contar con un crédito de vivienda.

Es por ese motivo que algunos micros y pequeños empresarios decidieron cerrar sus puertas y ahora están en la informalidad, donde no tienen que lidiar con Sindicatos, no pagan ni los salarios mínimos, tampoco cuotas al Seguro Social, al Infonavit y SAR.

Otro riego para las empresas maquiladoras, en este caso todas, sin excepción, es que haya trabajadores que reclamen un aumento salarial del 20 por ciento, como el que se otorgó a los mínimos y desechar hacerlos de acuerdo con la inflación anualizada.

Y eso puede complicar mucho las negociaciones con la industria maquiladora y sus Sindicatos en Matamoros.

Ese deseable que Sindicatos y trabajadores sean inteligentes en sus negociaciones de ajustes salariales al revisar sus tabuladores, para que al menos seguir manteniendo los empleos actuales y que las empresas sigan operando en Matamoros, porque de nada sirve que se encaprichen logrando un alza inmoderada, si mañana cierra la compañía y todos se quedan en la calle y sin empleo.

Por eso vemos un panorama nada halagador para la industria maquiladora de Matamoros y lo más grave, que, por falta de acuerdos razonados entre la clase obrera y las empresas maquiladoras, el desempleo siga aumentando en nuestra ciudad y también la economía informal.

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