Américo Villarreal, precandidato a gobernador de Morena, presume de una unidad que está lejos de consolidarse.
H. Matamoros, Tam. (17 de febrero del 2022) A una semana de que concluyeron las precampañas de los tres precandidatos a Gobernador: César Verástegui “El Truko” de la alianza formada por el PAN-PRI-PRD; Américo Villarreal Anaya, abanderado de la coalición integrada por Morena-PT-PVEM y Arturo Diez Gutiérrez de Movimiento Ciudadano, el tema sigue vigente en las mesas de café, en pláticas con amigos, sobre cómo finalizaron, la estrategia de cada uno y los resultados en esta primera etapa del proceso electoral.
Hoy vamos a ver el caso de Américo Villarreal Anaya, precandidato a gobernador de Morena, que cerró su precampaña en Reynosa, en el Lienzo Charro, en un evento multitudinario, que sus organizadores presumen reunió a 8 mil militantes y simpatizantes, cifras que algunos malquerientes de la vecina ciudad ponen en duda, afirmar que en dicho recinto pletórico apenas caben unos 3 mil 200.
De ese cierre espectacular de Américo Villarreal Anaya, nos llama la atención tres temas de su arenga: El primero donde habla de la unidad que hay en Morena para que llegue a Tamaulipas la 4ª. Transformación. El segundo, es la agudeza de sus sentidos, cuando le dice a los suyos que los quiere escuchar, saber cuáles son sus necesidades para atenderlos como lo hizo cuando fue Senador.
Y el tercero, que estuvo a cargo de su esposa, la Dra. María Santiago de Villarreal, quien, al hacer un llamado a sumarse a la campaña de su marido, les recomendó a todos los militantes y simpatizantes de Morena a tomar vitaminas, a convertirse en vitaminas para apoyar a su esposo, Américo Villarreal y sanar a Tamaulipas.
Vamos al primer tema de la unidad, la cual todavía no logra consolidarse en Morena por todas inconformidades que dejó el proceso interno, que culminó declarando al Dr. Américo Villarreal Anaya, como precandidato a Gobernador, dejando en el camino a 6 finalistas.
Producto de esas inconformidades hay algunos ilusos, por no decir indejos, que piensan que el CEN de Morena podría relevar al Dr. Américo Villarreal como su candidato.
Eso no sucederá. La nominación del Dr. Américo, palomeada por el inquilino del Palacio Nacional, es una decisión tomada, es inamovible, aun cuando en algunas encuestas levantadas por empresas de gran prestigio, dicho abanderado se haya desplomado en las preferencias electorales.
El Financiero le da a César Verástegui, precandidato de la alianza PAN-PRI-PRD, 36 puntos de preferencias electorales, contra 32 puntos de Américo.
Hay una brusca caída de Morena, porque antes de la precampaña Américo y Morena, traían 42 punto en promedio, contra unos 20 del Truko, el candidato de la alianza Va por Tamaulipas.
¿Por qué el Dr. Américo decidió cerrar su precampaña en Reynosa? La respuesta la dieron en el acto, al subrayar que se hizo en Reynosa, donde se proyectó el logro del primer objetivo cumplido: LA UNIDAD. En dicha plaza, según los organizadores, lograron reunir a 8 mil militantes y simpatizantes de Morena.
Hubieran haber logrado 8 mil 2 asistentes, pero faltaron dos, que no asistieron: Maki Ortiz, exalcaldesa de esa ciudad y la de su hijo, Carlos Peña, actualmente Presidente Municipal y que, para el precandidato de Morena, Américo Villarreal, no pintan, no hacen bulto y por ese motivo no los necesita para poder triunfar y ganar la gubernatura, porque está sobrado.
La unidad el Morena, que tanto presumió en reiteradas ocasiones Américo Villarreal, reiteró que está lejos de consolidarse, por todos los pleitos y agravios que dejó el proceso interno, los que se hubieran superado si en Tamaulipas hubiera un liderazgo de Morena con suficiente fuerza para sumar a todos, mediante una negociación con los inconformes.
Y ese proceso para construir la anhelada unidad mucho habría ayudado el precandidato, Américo Villarreal Anaya, si hubiera puesto la parte que le corresponde, haciendo a un lado la arrogancia y con humildad y sencillez, emprendiendo una negociación con todos sus compañeros inconformes, buscando acuerdos políticos y sumarlos a su proyecto, poniendo oídos sordos a quienes le dicen que no los necesita, que el ganará porque Morena tiene suficiente fuerza para triunfar.
Nadie desconoce que Morena es una marca muy bien posicionada en Tamaulipas. Pero creemos que no será suficiente si dicho partido sigue dividido y comienza su campaña en las mismas condiciones.
Las últimas encuestas donde se muestra una brusca caída en las preferencias del precandidato de Morena, Américo Villarreal son una muestra de las graves divisiones que dejó el proceso interno de Morena y la falta de un liderazgo para superar las inconformidades, para alcanzar la UNIDAD.
Ese es el gran reto que en el mediano plazo tiene Américo Villarreal, porque si realmente hubiera unidad como dijo en su cierre de campaña, ahí hubieran estado todos sus compañeros que contendieron por la candidatura, levantándole la mano y cerrando filas con el abanderado.
Con una unidad simulada, ficticia, el abanderado de Morena puede seguir teniendo problemas. Y estos podrían irse multiplicando si no corrige los yerros de su precampaña que también tuvieron consecuencias, al grado que entre ellos mismos andan de pleitos, producto del protagonismo y las ambiciones personales de algunos, que todavía no ganan y ya se andan repartiendo los puestos.
Y si el “war room” de Américo Villarreal, lo dudan, deberían escuchar a Roy Campos, director de la prestigiada empresa encuestadora de Mitofsky, quien acaba declarar que las preferencias electorales de Tamaulipas, destaca como creció el precandidato César Verástegui, de la alianza PAN-PRI-PRD, mientras que el abanderado de Morena ha tenido serios problemas por los pleitos internos que no han sabido superar.
Sobre la agudeza sorprendente de los sentidos de Américo Villarreal y la receta de tomar vitaminas, luego los vamos abordarlos, porque hay muchas dudas sobre el primero y en el caso del segundo nos parece que hay un pésimo diagnóstico del padecimiento de Morena, que no podrá sanar con vitaminas.